domingo, 16 de marzo de 2008

PROTECCION DEL ARCANGEL MIGUEL



PROTEGIDO POR EL ARCÁNGEL MIGUEL

El Arcángel Miguel es el primer Ser de Luz que antecede la creación.
La máxima protección que podemos invocar es la que nos proporciona el llamado consciente al Amado Arcángel Miguel.
El Arcángel Miguel es un Aditia, un hijo primordial de Dios. Se les llama Aditia a los seres primordiales que existen antes que el planeta Tierra y cualquier otro Ser Cósmico. La palabra ADHI, es un prefijo en sánscrito que expresa supremacía, superioridad y equivale a: supremo, principalísimo. La palabra ADI, también del sánscrito, se refiere a: Primero, primitivo. (Tomado del libro «Los Ángeles» de Rubén Cedeño).
El Arcángel Miguel, como ser supremo, o ser primordial, despliega para la Tierra su incalculable protección, formando un cinturón o anillo no pase alrededor del Universo, para que todo lo menor a la perfección de Dios sea disuelto al entrar en contacto con esta suprema protección. El Arcángel Miguel, como Primer Ángel del Cielo, trabaja con sus coros de ángeles miguelinos, para socorrernos y poner Orden Divino, donde se esté manifestando el desorden o el caos. Es importante estar claros en algo: el Arcángel Miguel, no es una figura de yeso, ni una lámina que alguien haya pintado, es una fuerza que está en el Universo y por consiguiente en la Tierra, que entra en conexión con nosotros cuando conscientemente en pensamiento y sentimiento asumimos esta energía para hacerla una con nosotros. Con el sólo hecho de pensarlo ya comenzamos hacernos uno con su excelsa radiación de Luz protectora e invencible. Para atraer gente interesada por la Metafísica, estaba dictando clases y tratamientos de Protección, enseñando el uso de la Espada, el Muro Azul de Protección, y el Anillo No Pase del Arcángel Miguel, en las clases regulares que impartimos en Caracas. Por causalidad, llegó un joven abogado muy interesado en la actividad, pero era ese tipo de persona que no quiere hacer ningún esfuerzo por las cosas, ni esperar, sino abrir la boca y ver los resultados inmediatamente. Sin embargo, terminada la clase le dediqué unos minutos, donde me contó lo siguiente: «Pasando por la avenida vi la propaganda en la calle de las conferencias que decía aprende a protegerte con el Arcángel Miguel. Por mi profesión de abogado penalista, he generado muchos enemigos; necesito aprender a protegerme con algo supremo, porque me tienen amenazado de secuestro. A lo que le respondí: «Efectivamente estamos dictando clases con tratamientos e invocación consciente con pensamiento y sentimiento de protección hacia el Primer Ángel del Cielo, como Ser supremo de Luz, que manifiesta su Radiación súbitamente. Por esas cosas, que a veces no sabemos por qué pasan, tenía en mi poder una estampita del Arcángel Miguel del Milagro que había comprado rumbo a Puebla, al sudeste de la Ciudad de México en un pueblito que lleva su nombre, y se la obsequié a esta persona, e insistí que la recibiera con un decreto: «AMADO ARCÁNGEL MIGUEL, VEN, VEN, VEN. PRESENTATE AQUÍ Y CARGA CON TU EXCELSA RADIACIÓN DE SEGURIDAD Y PROTECCIÓN ESTA FOTO, PARA QUE QUEDE IMPRESO EN ELLA TU MÁXIMA PROTECCIÓN. GRACIAS, PADRE, PORQUE ASÍ ES. AMÉN, AMÉN, AMÉN.
Terminado el tratamiento, la recibió en su mano, la vio fijamente, la besó y se la guardó en el bolsillo. A la semana siguiente el señor regresó a la clase impactado totalmente, diciéndome: «Tengo que contarte algo muy fuerte que me ocurrió, pero con un final grandioso. ¡El Arcángel Miguel nos salvó con su protección a mi esposa y a mí! Fuimos intersectados por unos hombres que nos bajaron del auto, nos vendaron y nos condujeron a otro vehículo, conduciéndonos durante seis horas por la ciudad, con torturas y amenazas de muerte. No hallaba qué hacer. El pánico se apoderaba de mí, cuando de pronto recordé todo lo explicado y la foto que estaba conmigo del Arcángel Miguel. Tuve que rogarle al hombre que llevaba al lado para que me permitiera sacar la estampita que llevaba en mi bolsillo derecho. El hombre se comenzó a reír, agregando: «¡Nada te va a salvar!» Sin embargo, comencé a pedir: «Arcángel Miguel protégenos de la muerte. Que esos señores no nos hagan daño.» Las horas eran interminables. En determinado momento, uno de estos señores dijo: «Es mejor matarlos ya» y otro respondió: «No, todavía no. Esperemos». En esos instantes llegó a mi mente todo lo que me habías enseñado sobre el decreto y mentalmente dije: «ARCÁNGEL MIGUEL DECRETO QUE ESTAS PERSONAS ME SUELTENEN EN UN SITIO SEGURO, SIN HACERNOS NINGÚN DAÑO».
En eso recibí un golpe en la cabeza, y cuando retomé el sentido me estaban bajando del auto, en la zona del Cementerio en Caracas, precisamente en la iglesia que lleva por nombre «San Miguel Arcángel». Uno de los secuestradores se acercó a mí gritando: «Dame esa foto que llevas en la mano porque yo también le voy a pedir que me proteja». La protección debe ser pedida en conciencia, con convencimiento y sentimiento, y dándola por realizada, ó sea que uno debe convertirse en esa energía de protección actuando, aunque siempre tomando en cuenta el resguardarse en el plano físico, ya que no podemos olvidarnos que estamos encarnados y somos susceptible a las investidas de negatividad de los demás, o podemos ser vulnerados en cualquier momento. Esto lo aclaro, porque si te lanzas a una piscina sin agua, lo más seguro es que te mates con el concreto del piso, o mínimo, te rompas los huesos. Uno decreta todo este asunto de la protección, pero también se ayuda en el físico, para que dicha petición tenga el total y absoluto estado de Gracia Divina. Es importante aplicar el uso de la Espada Azul de protección y liberación. De visita en el Hospital Universitario de Caracas, en una de salas de pacientes en estado terminal, una paciente al sentirme en el recinto, comenzó a buscarme con la mirada, ya que se encontraba en agonía consciente, y al acercarme a ella le pregunté si deseaba terminar con ese estado terrible que vivía a través del dolor. Ella me contestó: «Deseo ya descansar. No aguanto este padeciendo. Por favor ayúdeme.» Entonces le respondí: «Si realmente deseas que te ayude a bien morir, vamos a invocar al Arcángel Miguel para que con su espada corte y libere todo lo que te mantenga atada a este plano y de esa manera, empuñado la espada simbólica en la mano derecha, decreté: «AMADO ARCÁNGEL MIGUEL, VEN, VEN, VEN CON TU PODEROSA ESPADA DE LUZ AZUL PARA QUE CORTES Y LIBERES LAS ATADURAS QUE MANTENIEN A ESTA ALMA UNIDA AL SUFRIMIENTO. CORTA Y LIBERA PARA QUE PASE DE PLANO SIN TRAUMA Y SIN DOLOR. AMÉN, AMÉN, AMÉN.»
Finalizado el tratamiento salí de la sala. Al día siguiente volví, y ya la señora había desencarnado sin dolor, quedándose dormida paso de plano. Estos tratamientos si los hacemos con fe, convencidos que ya surtieron efecto, serán de resultados inmediatos. No solamente uno debe invocar estas entidades de Luz al tener problemas, sino hacerlo para bien de un sector, de una urbanización o de un país, o enviarles esas radiaciones a otras personas que así lo requieran….













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